La emotiva carta de despedida de Diego Placente a Bernardo Romeo :: Olé

El fútbol es emoción: una pasión desbordante, muchas veces una bronca insostenible pero casi siempre mucho cariño por lo que comparten el día a día. Y el fiel reflejo de eso es la carta de Diego Placente: con un sentido mensaje, el DT de las Selecciones Juveniles despidió a Bernardo Romeo, que abandonó su puesto como Coordinador General de Selecciones Nacionales en AFA.

A través de su cuenta de Instagram (@diegorplacente), el entrenador de la Sub 20 y la Sub 17 se tomó un momento para darle unas palabras al coordinador con el que trabajó codo a codo en los últimos cinco años. La salida del hombre de alma mater en Estudiantes se dio por voluntad propia, renunciando con la cabeza puesta en un nuevo desafío laboral que lo espera en Estados Unidos.

El ex lateral recordó un acto honorable que había tenido Romeo con San Lorenzo, club del que se negó a irse libre en dirección al Bayer Leverkusen, en donde jugaba por entonces el propio Placente. “Romeo es un fenómeno. Empático, amable, respetuoso, siempre con una sonrisa y una solución silenciosa. Tiene la humildad de los grandes”, lo definió Diego.

“Por eso, cuando una persona así se va, deja huella. Todos somos mejores gracias a él. Te vamos a extrañar amigo”, cerró el sentido mensaje el deté, que sin dudas sentía un afecto muy grande por quien será el director deportivo de Port St. Lucie SC, una nueva franquicia de fundadores argentinos que comenzará a competir en la League One de la USL.

Diciembre de 2001, mercado de pases de invierno.

Yo era jugador del Leverkusen cuando me entero, a través de mi representante (que también era el suyo), que Romeo venía a jugar al club.

Las vueltas del fútbol hicieron que la operación finalmente se cayera.

Sin embargo, le ofrecen firmar como jugador libre, ya que en junio vencía su contrato. Era una operación que le dejaba mucho más dinero, porque el Leverkusen no tenía que pagar traspaso.

Pero él se negó. No le quedaba ni un peso a San Lorenzo, el club que lo vio brillar, y no le parecía correcto irse así.

Eso pinta de cuerpo entero al tipo que es.

Más allá de que siempre se vistió de manera clásica —chomba, zapatos náuticos— y de que va escuchando Radio Aspen en el auto, Romeo es un fenómeno.

Empático, amable, respetuoso, siempre con una sonrisa y una solución silenciosa. Tiene la humildad de los grandes.

Por eso, cuando una persona así se va, deja huella.

Todos somos mejores gracias a él.

Te vamos a extrañar amigo